sábado, 16 de octubre de 2010

Final alternativo para La pagoda de Babel:

El ambicioso sultán, observo aquel agujero y por descuido cayo en el. Mientras caía pudo ver como se alejaba la luz, y de pronto todo estaba oscuro. Duro mucho en esta situación. Pudo caer por horas y hasta días por lo que se quedo dormido. Al despertar se dio cuenta que estaba que estaba en una especie de túnel donde solo se veía un pequeño rayo de sol que salía de una puerta. Al salir de allí, se encontraba en un mundo muy diferente al suyo. Todas las personas que vivían en ese pueblo andaban descalzas, solo tenían, si a caso, 2 mudas de ropa, andaban a pie y compartían todo. Lo asombroso de todo esto es que nadie se quejaba, todos eran felices con la vida que llevaban. Aladino les pregunto que por que no les importaba vivir así en esa vida tan mediocre. Uno de ellos llamado Miguel, al cual le decían rapidito, le contesto: “No es una vida mediocre, sino humilde pues nadie en este pueblo se cree superior que los demás. Todos nos conformamos con vivir de esa manera por que no necesitamos más. Es mejor ser humilde, y tener muchos amigos que ser ambicioso y estar solo.” Entonces, Aladino comprendió que su vida no tenia sentido, pues por su ambición y soberbia no tenia ningún amigo. Y aprendió la lección, es preferible compartirlo todo y tener personas con quien contar, que no compartir nada y estar solo.

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